v i r o r t e g a
Enric, ¡nos ha encantado tu novela! pero… ¿De dónde sale la idea de escribir Todas las chicas besan con los ojos cerrados?
Era una idea para una peli que tuve hace unos siete años. La escaleté y de repente empezó a acumulárseme el trabajo, Arròs Covat, tres pelis, las clases en la Escac, fichar por El Terrat, etc. Así que tuve que dejarla aparcada. El motor de la idea inicial era muy simple: ¿qué pasaría si hubiera una empresa que consiguiera tu media naranja? Y de ahí ya a rizar el rizo: ¿y si fuera tu ex? Partiendo de esto empecé a construir todo el universo de Todas las chicas besan con los ojos cerrados.
¿Cómo se decide alguien que vive principalmente del mundo cinematográfico y televisivo a escribir una novela y no un guión de cine, por ejemplo?
Porque tengo parados, por falta de financiación, dos guiones de peli. No quería tener un tercero en un cajón (o carpeta de escritorio del portátil, en su defecto). En el 2011 estaba pasando una pequeña crisis profesional, estaba contento con mi carrera, había trabajado con gente muy interesante, en productos de mucha calidad y con productoras de prestigio, pero sentía que llevaba mucho tiempo escribiendo de encargo, contando las historias que los otros querían contar. Y tenía muchas ganas de contar algo más personal. Además no quería escribir otra peli y esperar a que el imbécil de Wert se cargara la poca industria audiovisual que queda. Pensé que la historia se podía convertir en novela, me tiré a la piscina y creo que no me equivoqué.
¿En qué formato te sientes más cómodo a la hora de escribir? ¿Qué diferencias hay?
No lo sé. No sé cuantos guiones he escrito la verdad, entre los que se han producido y los que no, entre cine y tele, pero un buen montón. Y novelas sólo he escrito una (bueno, y la que estoy escribiendo ahora mismo). Me siento cómodo escribiendo, contando historias, narrando… el medio en que escribes, al final, es lo de menos. Lo importante es que la historia esté bien explicada y emocione al lector, o al espectador. Las diferencias son de reglas, de ritmos, de tempos. La dramaturgia del cine y de la tele es puro tiempo. Necesitas una estructura marcada por el tiempo porque el espectador actual está acostumbrado a que pasen cosas de manera concatenada y con un ritmo muy alto (un espectador medio nota si no hay un giro cuando debe haberlo). En ese sentido la novela es más libre, menos exigente, pero esto también puede ser un inconveniente porque debes tener mucha disciplina y olfato para que todo lo que esté en la novela compute, temática, narrativa y emocionalmente. En las novelas no me gustan las digresiones, ni las divagaciones, me gusta ser preciso, contar la historia de un personaje y contarla lo mejor posible. Supongo que es parte de mi formación como guionista. Al final, tanto en uno como u otro formato todo se resume en escribir.
¿Cuánto hay de ti mismo en el personaje de Alex?
Espero que no demasiado. Mis amigos me dicen que Alex soy yo. Pero yo creo que le he dado muchas cosas mías a Natalia, tal vez para ocultar un poco las semejanzas que podamos tener Alex y yo (creo que tendría que hablar de esto con mi psiquiatra). Eso sí, Alex es más alto, más guapo y gana más dinero que yo.
En el libro nos hablas de esa conocida crisis de los 30 que ataca al hombre Peter Pan, esa necesidad de seguir probando, de inconformismo constante… ¿Crees que sólo es una fase más masculina por la que hay que pasar? ¿Os pasa a todos? (las lectoras agradecerán esta pregunta)
Hay gente a la que no le pasa. Chicas, tranquilas, hay esperanza. El mundo está lleno de chicos que son capaces de querer a una sola chica para siempre. Sólo hay que tener la suerte de encontrárselos. Igual en las discotecas no están, pero hay un invento fabuloso llamado Internet que os pondrá las cosas un poco más fáciles. Por otra parte, creo que ese inconformismo no es sólo masculino. Me he encontrado con muchas lectoras que me han dicho que se han sentido muy identificadas con Alex. Así que las reglas del juego están cambiando.
Una de las ideas de Todas las chicas besan con los ojos cerrados es que no sólo existe una media naranja (en contra de todo lo que nos han hecho creer) si no que hay muchas posibles “mujeres de tu vida”. ¿Crees que quizá sea esa la causa del inconformismo? Lo que nos motiva a ver qué hay después de esta.
Sí. Creo que esta época actual se caracteriza porque es infinitamente más fácil relacionarse con un montón de gente de mil maneras distintas gracias a Internet y las redes sociales. Por lo que hay un montón de posibilidades más de conocer a muchas potenciales mujeres u hombres de tu vida. Cuando existen tantas posibilidades, la tentación de seguir probando y buscando aumenta exponencialmente. Son tiempos duros para la monogamia.
¿Crees que existen los “momentos oportunos” para conocer a alguien? Que es cierto eso de, ella es genial pero “no es el momento”, ¿o que si aparece una auténtica MVP (most valuable player) no hay momento que discutir?
Si es una MVP no la dejes pasar, eso es seguro, eso es así.
Mientras leía tu libro no dejaba de encontrar similitudes con Alta Fidelidad de Nick Hornby. Sobre todo porque me parecen ambas novelas muy masculinas que parecen estar dirigidas más a un público femenino. Cuando la escribías, ¿lo hacías pensando más en algún tipo de público concreto?
Sí, Alta fidelidad es el gran referente de Todas las chicas besan con los ojos cerrados. Sin ninguna duda, no lo oculto, si no todo lo contrario, es un libro que he releído muchas veces y que me ha marcado. No sé si Alta fidelidad está escrito para las chicas. Lo que sí sé es que está escrito desde un chico (y por consiguiente, desde la 
visión de los chicos). Yo con Todas las chicas pensaba que estaba escribiendo lad-lit a saco. Es decir, novela de un chico, sobre los chicos, y para los chicos. Y sí, ha llegado a los chicos y se sienten identificados con la novela. Pero la verdad es que el 95% de las interacciones de twitter, o de los fans de la página de Facebook de Todas las chicas son tías. Esto yo no me lo esperaba para nada y ha sido una gran sorpresa, totalmente en positivo. Es más, uno de los grandes miedos que tenía es que las chicas llegasen a odiar a Alex, que además se sientan identificadas con él ha sido todo un descubrimiento. Por otra parte, no me gusta pensar a quien me dirijo en términos de marketing, si es para un target concreto, género, edad, etc. Creo que esa es labor de los editores (en las novelas) y de los productores (en el cine). Yo soy un autor, pienso en el lector o en el espectador como receptor de emociones e ideas, no en si es chico, chica, de Barcelona, de 30 años, de 20 o de 50, de clase media baja, o con un poder adquisitivo alto. Creo que me equivocaría si creara historias teniendo eso muy presente. No soy un sociólogo, soy un contador de historias.
De tu novela se dice que es la novela romántica para aquellos que no les gusta el género, y todo un retrato generacional. ¿Te esperabas esta acogida en el momento de su publicación?.
Sí, yo creo que la novela es la comedia romántica perfecta para los que no les suelen gustar las comedias románticas. La acogida ha sido muy buena, RHM ha hecho un gran trabajo de promoción. Uno siempre espera conseguir un éxito, no conozco a nadie que escriba o ruede pensando que se va a meter una ostia o que va a parir un fracaso. Me hace muy feliz que la novela haya llegado a su público. Espero y deseo que llegue también a su público en otros idiomas, y sobre todo en Latinoamérica, desde todos los días me preguntan por twitter cuándo se publicará.
Después de este éxito, apuesto a que te está picando el gusanillo de seguir escribiendo… ¿es así? ¿Tu segundo trabajo seguirá la misma línea? ¿Hacia dónde van los tiros?
Sí, estoy compaginando muchas cosas ahora mismo: mi trabajo como profesor en la Escac, el desarrollo de series en El Terrat, la escritura del guión de la adaptación de Todas las chicas para Filmax y una segunda novela. De la segunda novela ahora mismo sólo puedo decir que es el mismo género: comedia romántica desde el punto de vista masculino, pero con una visión un poco más negativa del enamoramiento y con un toque de fantástico (una ligera pincelada). Me queda poco para terminarla y estoy muy contento con el material. Espero terminarla en breve y contaros más cosas sobre ella.
Vienen las preguntas cortas y difíciles, te toca mojarte:
– Un disco que no pare de sonar en tu casa:
Cualquiera de The Doors. Pero la verdad es que siempre escribo con BSO de pelis, Zimmer y Williams son mis favoritos.
– Confiésanos un guilty pleasure… de esos que no confesarías a tus amigos.
Si no se lo confieso a mis amigos, ¡cómo te lo voy a confesar a ti! A ver, uno que sí puedo confesar es que veo porno antes de ponerme de escribir, me relaja mucho.
– Una película que no te canses de ver
Uf!!! Hay tantas: ET, En busca del arca perdida, Dos hombres y un destino, Superman, Alta fidelidad, Beautiful Girls, Annie Hall, El caballero oscuro, La red social, El imperio contraataca, Regreso al futuro, El silencio de los corderos, Los puentes de Madison, yo que sé, os enviaré la entrevista y me sabrá mal haberme dejado alguna…
– ¿Qué estás leyendo ahora mismo?
Cómo acabar de una vez por todas con la cultura, de Woody Allen (lo estoy releyendo). Y muchos guiones. De mis alumnos, de trabajo y también por placer. Estoy leyendo también todos los guiones que encuentro de Sorkin y Nolan, en inglés.
– Mi pregunta estrella, que aparece en todas mis entrevistas: En una primera cita conmigo, si quisieras impresionarme, ¿qué libro me regalarías?
Si quisiera impresionarte de verdad haría algo distinto a regalarte un libro, pero ya puestos… El mío no vale, ¿no? ¿Con dedicatoria personalizada, tampoco? Entonces supongo que tiraría por un clásico, Alta fidelidad… ¿Que ya lo tienes? ¿A que ahora ya no te parece tan mala idea que te regale el mío dedicado?
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